Ulysses by James Joyce
Entre los muchos “Días de…” acabamos de descubrir uno que nos ha parecido de lo más original, y una forma estupenda de homenajear a un grande de la literatura. Se trata del Bloomsday, que se celebra el 16 de junio en honor a Leopold Bloom, protagonista de la novela Ulises de James Joyce. Este personaje nació del afecto y la fascinación por la cultura judía de Joyce, sentimientos que llevaron al autor a ayudar a varios hombres y mujeres judíos a escapar de Austria y Alemania durante la segunda guerra mundial.

El 16 de junio, además de ser el día en el que transcurre la acción del Ulises (en 1904), parece corresponder a la fecha en que James Joyce, a los veinte y pocos años, tuvo su primera cita con Nora, su mujer (aunque se casaron después de muchos años de convivencia, escandalizando a sus respectivas familias).

El primer Bloomsday que se celebró en Irlanda fue en 1954, organizado por un grupo heterogéneo de artistas, escritores e intelectuales liderado por John Ryan, Brian O’Nolan y Patrick Kavanagh. Cogieron un caballo y un carro de la Torre Martello en Sandycove (desde la que empieza la acción del Ulises) y siguieron los pasos de los personajes de la épica de Joyce. Actualmente, el Bloomsday es celebrado por los seguidores de Joyce en todo el mundo; se organizan lecturas, actuaciones, recreaciones y otros eventos. En Dublín, los aficionados se visten con el traje eduardiano (según la moda de la época de Eduardo VII, que reinó de 1901 a 1910) y se reúnen durante el día en muchos de los lugares en los que transcurren los episodios del Ulises. El James Joyce Centre organiza desayunos Bloomsday (incluyendo los riñones, vianda que desayuna el señor Bloom en la novela) y otros eventos como recorridos a pie por la Dublín de Joyce, exposiciones fotográficas, etc.

Aquí se pueden encontrar todos los detalles de la agenda de este día, tanto la de Dublín como la de otras partes del mundo: jamesjoyce.ie/bloomsday/

Y por supuesto, si no han leído todavía la novela, se la aconsejamos. Cuando “toca” leerla para las clases de literatura inglesa del Instituto, suele resultar una condena y se interpreta como el resultado de la mala leche y la amargura del profesor, pero si, en cambio, se lee sin imposición, cogiéndose todo el tiempo necesario para entender el universo simbólico de la obra, resulta un verdadero placer.

Fuentes: economist.com, es.wikipedia.org, jamesjoyce.ie/bloomsday/