El domingo 27 de octubre fue el Día Internacional del Corrector. Instaurado por primera vez en el año 2006 por la Fundación Litterae de Argentina, este día se celebra en México, España y Argentina. La fecha se eligió por coincidir con el nacimiento del pensador humanista Erasmo de Rotterdam, reconocido por su dedicación en las labores editoriales.

Corrección

El corrector ha sido definido como «un profesional de la edición y del lenguaje cuyo objetivo es que el lector reciba con claridad y sin errores el mensaje del autor independientemente del soporte» (septiembre 2011, comunicado final emitido por las entidades organizadoras del Primer Congreso Internacional de Correctores de Textos en Español, celebrado en Buenos Aires).

Esta profesión existía incluso antes de la introducción de la imprenta; durante los siglos XII y XIII aparecieron los copistas que hacían los libros uno por uno, recogidos en la silenciosa paz de conventos y monasterios. La primera cualidad exigida era la disciplina. Tras los copistas, aparecieron los correctores para enmendar los errores de aquellos y a los que se les exigía la misma disciplina, además de una cultura muy cercana a la de los sabios.

A día de hoy las características necesarias para ser un buen corrector no han cambiado mucho; recuperamos un trabajo de 2004 del catedrático Antonio Hidalgo Navarro (Universidad de Valencia) para aclarar la tarea de este profesional:

«[…] es un oficio para el que hacen falta una gran concentración y muchos conocimientos generales. […] Es también un trabajo humano irreemplazable, porque aunque hoy los ordenadores tienen programas que corrigen la ortografía, ninguna máquina es capaz de controlar el estilo y el ajuste de significado de un texto. […] El corrector debe poseer olfato e intuición para conservar la voz del autor y, al mismo tiempo, aumentar su brillantez y claridad.

La corrección sigue distintas fases o momentos:

_Corrección tipográfica. El corrector debe desarrollar un control integral de la calidad de la composición […]. Todo el proceso de corrección debería apoyarse en las normas que dicta la RAE, en sus distintas publicaciones, y una vasta literatura de apoyo.

_Corrección gramatical. Se trata aquí de problemas de ortografía y/o morfología. Hay que saber distinguir entre error gramatical y error de estilo. […]

_Corrección de estilo. No hay que perder de vista que el corrector no es el autor. […] La corrección de estilo consiste en una revisión general de todos los elementos que componen la obra […]. Con todo ello se pretende no sólo pulir la calidad general de la publicación, sino darle además una coherencia global.»

El tercer Congreso Internacional de Correctores de Textos en Español (el segundo se celebró en 2012 en México) tendrá lugar en octubre de 2014 en Madrid; pueden ver el programa y seguir el desarrollo del evento aquí: http://www.congresocorrectores.org/

Fuentes: es.wikipedia.org , uv.es/ahidalgo/