En uno de los ratos libres en que nos gusta ponernos al día sobre la actualidad de nuestro sector, nos hemos topado con el llamado “síndrome del acento extranjero”. De primera, pensando con cierta ligereza, hemos supuesto que se tratase de un fenómeno algo snob, atribuible por ejemplo a los que vuelven después de unas vacaciones de quince días en París y hablan español con la “r” afrancesada para dar prueba de la intensidad de la experiencia vivida. Pero en realidad se trata de algo muy serio y, además, de un tema que merecería la pena profundizar, así que, dejando de lado el chiste fácil, vamos a dedicarle por lo menos algunas líneas.

traduccion_noticias

Es una enfermedad rara que altera el habla y provoca que la pronunciación de la persona parezca de otro país, incluso de un país que nunca ha visitado. El síndrome, del que en España apenas hay unos 40 afectados, fue descrito por primera vez en 1907; los casos son tan escasos, que en un principio se cree que la persona está fingiendo y que todo se trata de un acto, pero lo cierto es que esta condición de carácter neurológico tiene sus causas.
Quienes padecen esta enfermedad han sufrido un daño en la zona del cerebro que controla el habla y la forma en que pronunciamos las palabras. Las causas pueden ser varias: desde una herida cerebral traumática, a un derrame cerebral o condición neurológica degenerativa.

En julio del año pasado, el diario ABC publicó un artículo relativo a un equipo multidisciplinar de la Universidad de Málaga, que estaba trabajando en el diseño de nuevos tratamientos para este síndrome. Además de detectar cuáles son los déficits lingüísticos y cognitivos, la investigación tuvo como objetivo determinar el impacto que tiene el síndrome en la comunicación cotidiana y en el perfil psicosocial de los afectados. En conjunto permitió comprobar las variadas consecuencias de las lesiones que provocan el síndrome y abrió las vías para un tratamiento combinado: una terapia que suma la medicina a las técnicas lingüísticas que venían aplicándose en estos casos hasta la fecha.

Hay casos en que la recuperación es completa, mientras que en otros las mejoras son solo parciales, pero es importante destacar que sí hay posibilidad de recuperación, aunque estemos hablando de una de las enfermedades más raras que pueden afectar al cerebro humano.

Fuente: ojocientifico.com, abc.es