errores de tradución
El siguiente párrafo, leído en un artículo de elconfidencial.com, casi nos ha hecho saltar de la silla para aplaudir emocionados: «Internet está repleto de chanzas sobre traducciones infames realizadas por gente que cree que Google Translator es igual de eficaz que C3PO, pero la cosa no tiene tanta gracia cuando están en juego asuntos serios.»

Lo que sigue son los siete mayores errores de traducción de la historia, errores que en algunos casos tuvieron efectos devastadores. Errare humanum est, hasta aquí todos de acuerdo, pero hay equivocaciones difíciles de entender o justificar; de hecho, algunas parecen más bien productos del descaro más que de la torpeza de un traductor poco preparado. Aquí van dos ejemplos:

« […] El 26 de julio de 1945 las potencias aliadas durante la II Guerra Mundial publicaron la declaración de Potsdam, que trataba los términos de la rendición del imperio japonés y aseguraba que, si no se entregaba, se enfrentaría a una “pronta y total destrucción”. La declaración era un ultimátum en toda regla. El primer ministro japonés, Kantaro Suzuki, convocó una rueda de prensa y dijo el equivalente a “Sin comentarios. Seguimos pensándolo”. El problema es que eso no es lo que entendieron los aliados. Suzuki cometió el error de usar la palabra mokusatsu que puede significar “sin comentarios” pero también “lo ignoramos y lo despreciamos”. Sólo 10 días después de la conferencia de prensa el presidente Truman reveló al mundo lo que significaba “pronta y total destrucción”. Nunca sabremos si una traducción correcta habría cambiado en algo las cosas.

[…] En ocasiones los errores de traducción son inintencionados, en otras responden a los intereses de quienes pretenden cambiar el significado real de algo. En este último grupo se encuadra el Tratado de Waitangi, que firmaron los maoríes de Nueva Zelanda en 1840 y supuso, de facto, la transformación de la isla en una colonia británica. Británicos y maoríes firmaron dos versiones del tratado, una en inglés y otra en maorí. Ambas copias son parecidas, excepto en lo que realmente importaba. La versión maorí dice que los nativos aceptan la permanencia de los británicos a costa de la protección permanente por parte de la corona. La versión británica dice que los maoríes se someten a la corona a cambio de la protección británica. ¿Truco o trato?»

Sin más que añadir…

Fuente: elconfidencial.com