Hace unos días dejamos pendiente hablar de los programas de traducción asistida por ordenador, conocidos como TAO (o CAT: computer assisted translation).

Al principio de los años 80, al ver que la traducción automática no lograba los resultados deseados, se empezaron a estudiar alternativas. Fue cuando comenzaron a aparecer los programas TAO. El objetivo de estas herramientas es ayudar al traductor en su trabajo, por ejemplo sugiriendo palabras o frases enteras ya traducidas con anterioridad, para que se pueda ahorrar tiempo, reduciendo así la carga de trabajo y mejorando la homogeneidad de los textos traducidos. Las principales funciones que pueden desarrollar son: análisis del texto de origen y/o llegada, creación, gestión y consultación de glosarios, búsquedas en cuerpos lingüísticos y la producción final del texto de llegada.

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El primer programa TAO fue probablemente TSS (Translation Support System), un software para el sistema operativo OS/2 realizado por ALPS, empresa estadounidense. TSS fue adoptado por algunas grandes compañías, entre las cuales estaba IBM, para su actividad de traducción interna. La segunda mitad de los años 80 vio una gran actividad en el sector: la empresa holandesa INK realizó en 1987 un sistema inspirado en TSS y complementado por un componente terminológico (TermTracer), produciendo un paquete llamado Text Tools. El mismo año, la compañía Swiss Star AG, especializada en traducciones técnicas, realizó un software llamado Transit para sus colaboradores internos. Otras compañías hicieron lo mismo: fabricar herramientas similares para uso interno.
La comercialización de estos paquetes fuera de las grandes empresas empezó, con cierta dificultad, en los años 90. Apareció la primera versión de Trados MultiTerm, luego hicieron su debut en el mercado Trados Translator’s Workbench y Déjà Vu para Windows. En 1994, se puso a la venta la versión para Windows de StarTransit. Sin embargo, los precios elevados de estos programas impidieron su difusión entre los traductores autónomos. En la segunda mitad de los años 90, mientras que algunos de los software creados a principios de la década conseguían cierta popularidad entre los traductores gracias a una caída sustancial de los precios, hicieron su aparición nuevos productos, como SDLX (1998) y Wordfast (1999).

Esta es la síntesis de los orígenes de los productos TAO, a los que dedicaremos unas líneas más para conocer mejor su uso y funciones. Además, como nuestra empresa lleva ya unos años empleando un software en línea llamado Wordbee, en cuyo desarrollo estamos muy involucrados, volveremos en breve a hablar del tema.

Fuente: Tesis de la Universidad de Roma “La Sapienza”