Lamentablemente hemos tenido otro ejemplo de como la clase dirigente no tiene interés en fomentar cultura y educación, sino todo lo contrario. Sea cual sea el color de los gobiernos, parece evidente que todos están de acuerdo en que un pueblo mentalmente (y a lo mejor físicamente también) inactivo, es más fácil de gestionar. Este comienzo reivindicador nos viene de lo que ha pasado en los últimos días con la beca Erasmus, programa que lleva años funcionando y cuyo valor ha sido reconocido en más de una ocasión, por ejemplo en 2004, cuando recibió el premio «Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, por ser uno de los programas de intercambio cultural más importantes de la historia de la humanidad, como elemento de conocimiento integrador entre pueblos.»

Erasmus

La polémica surgió a finales de la semana pasada, cuando se publicó en el BOE una medida sobre la beca Erasmus con un nuevo requerimiento para el curso ya empezado, medida que en muchos casos significaría una reducción de la aportación económica para los alumnos, muchos de los cuales ya se han marchado y han empezado el curso en uno de los países que participan en el programa. El querer cambiar las normas a partido empezado es la razón por la que la aplicación de la medida tendrá que ser aplazada, o por lo menos esto es lo que se sabe a día de hoy, 5 de noviembre, después de haber intervenido la Comisión Europea a reprender el gobierno español por la retroactividad del “tijeretazo”.

Lo que ha pasado nos ha hecho recordar este programa, del que queremos mencionar las características principales:

Erasmus es el acrónimo de European Region Action Scheme for the Mobility of University Students, o lo que es lo mismo, el “Plan de Acción de la Comunidad Europea para la Movilidad de Estudiantes Universitarios”. El nombre del programa viene de «Erasmo de Rotterdam (1466-1536), que fue un humanista, filósofo, filólogo y teólogo neerlandés que pasó los años más importantes de su vida en diferentes países europeos como Francia, Italia, Reino Unido, Suiza y Alemania. Es uno de los más destacados representantes del Renacimiento europeo de su tiempo. Su gran mérito consistió en que ya en aquel entonces influyó decisivamente en el desarrollo europeo.»

 

Algunos de los objetivos de la beca Erasmus son «apoyar la realización de un Espacio Europeo de Educación Superior, fomentar la cooperación entre instituciones y enriquecer el entorno educativo de las instituciones de acogida, contribuir a la creación de una comunidad de jóvenes y futuros profesionales bien cualificados y con experiencia internacional y aumentar la transparencia y la compatibilidad entre las cualificaciones de la educación superior y de la formación profesional de grado superior obtenidas en Europa.»

Evidentemente muchos jóvenes se apuntan a la beca también para experimentar la libertad de vivir solos, pero tampoco nos parece mala razón para seguir fomentando un programa que contribuye a abrir la mente de las nuevas generaciones.

Fuentes: elmundo.es, becaerasmus.com, oapee.es