A principio del mes de julio apareció en El País un artículo sobre el doblaje de la serie de televisión Los Simpson. La “excusa” fue el premio que ATRAE (Asociación de Traducción y Adaptación Audiovisual de España) otorgó a Ana María Simón Rius, «actriz de 71 años recién cumplidos, adaptadora y directora de doblaje de series tan emblemáticas como Los Soprano o Los Simpson.» El galardón «reconoce a los mejores trabajos de traducción y adaptación audiovisual del panorama español en el último año».

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Les proponemos algunos pasajes de esa entrevista:

«El doblaje para que esté bien no se tiene que notar. Esa es la principal máxima de Ana María Simón Rius […].

Para que el guión llegue perfecto a los actores de doblaje primero pasa por las manos de María José Aguirre de Cárcer. La traductora, nacida en Damasco (Siria) hace 60 años por circunstancias familiares, ama tanto los idiomas que su marido le dice a veces que es “una friki”. […] De su ingenio salió, entre otras, la famosa frase de “multiplícate por cero” que Bart usa cada vez que quiere perder a alguien de vista. Y es que la labor del traductor no consiste en cambiar literalmente un idioma por otro. “Yo procuro respetar al máximo la obra original, pero los chistes se tienen que entender aquí también. Si no, es un trabajo fallido”, explica. El “multiplícate por cero” americano que Bart suelta es un juego de palabras que no tiene una traducción lógica en español: “eat my shorts”, algo así como ‘cómete mis calzones’. “Pero en realidad lo que quiere decir es ‘desaparece’, y no lo vas a traducir así porque pierde chispa. Así que hay que inventarse otro juego de palabras que sustituya al original”, cuenta Aguirre de Cárcer […]

Cuando Aguirre de Cárcer termina la traducción, el guion pasa a la siguiente fase, el de la adaptación. En ese momento Ana María Simón recoge el testigo y se encarga de que las frases cuadren con las bocas de los personajes. […] “No siempre es fácil, pero es un trabajo muy bonito y muy artístico”.

Después, llega el momento del doblaje. “Siempre hecho por actores, que son los buenos dobladores. […]”, explica la directora, que reconoce que en su día a día alterna las películas dobladas con las de versión original. “No es incompatible. Estoy a favor de que la gente pueda elegir en cada momento. Lo importante es que el trabajo esté bien hecho”. Y eso, en su mundo, significa que permanezca oculto.»

Aconsejamos vivamente la lectura del artículo completo, incluida la parte final de “Lost in translation” en las series; para quien lidia a diario con los conceptos equivocados sobre traducción, el resultado será una agradable sensación de satisfacción.

Fuentes: cultura.elpais.com