Las redes sociales, en mayor o menor cantidad, son parte de nuestra vida profesional y/o personal. En estos días han vuelto a ser protagonistas de las noticias por la compra de Whatsapp por parte de Facebook y por Comunica 2.0, congreso sobre redes sociales que tuvo lugar en Gandía. Dos buenas razones para comentar este fenómeno contemporáneo.

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Para empezar, gracias a la Fundéu hemos aprendido que «el sustantivo wasap (‘mensaje gratuito enviado por la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp’), así como su verbo derivado wasapear (‘intercambiar mensajes por WhatsApp’), son adaptaciones adecuadas al español, de acuerdo con los criterios de la Ortografía de la lengua española.» Así que ya no está permitido reír cuando se escuche a alguien despedirse de un amigo diciendo “Nos wasapeamos”, frase más moderna con respecto al ya obsoleto “Hablamos”. La primera vez que escuchamos esta frase fue hace un par de años, en un paso de cebra con semáforo rojo, y en esa ocasión provocó cierta hilaridad entre los presentes, a pesar de ser las siete y media de la mañana.

Además, Xosé Castro, corrector de estilo, y Judith González, asesora lingüística de la Fundéu BBVA, en la conferencia «Dime cómo escribes y te diré cómo eres» (dentro de Comunica 2.0) dejaron unos comentarios que merece la pena tener en cuenta.

González advirtió de la importancia del uso de la lengua en la imagen que se proyecta en las redes. A su juicio, en los mensajes que transmitimos por las redes «nos jugamos nuestra reputación e influencia» y lo importante al final es comunicar bien lo que queremos que llegue al destinatario.

Castro advirtió de que se está creando una figura de comunicador sin conocimientos de periodismo, los hoy llamados «influenciadores», una especie de «prescriptores» de la actualidad cuyas fuentes pueden ser cuestionables. Las empresas, señaló Castro, «se están dando cuenta de que les dan caña en las redes sociales porque comunican mal, porque se han puesto en manos de una persona que sabe mucho de informática y redes sociales, pero no tiene base de comunicación», y abogó por un perfil mixto de informático o experto en redes y periodista.

Efectivamente, el mal uso del lenguaje en los social network ya no tiene justificación. Cuando estas herramientas hicieron su entrada en la red, muchos pensaron que lingüísticamente nos encontrábamos en una ciudad sin ley; en cambio, por fin se está demostrando que la velocidad y la inmediatez que caracterizan internet no están reñidas con el uso correcto del idioma y tampoco con la posibilidad de expresar todos los conceptos y matices que el lenguaje incluye.

Fuente: fundeu.es