La traducción técnica no consiente errores de interpretación. El uso de las palabras que parecen decir lo mismo es, especialmente, peligroso y deben evitarse posibles aperturas a los diferentes significados que pudieran resultar confusos para el receptor del texto.

El tiempo pasado o presente se hace relevante dependiendo de los casos; una conjunción copulativa (por ejemplo, la y o la e) podría funcionar como coordinativa; todo el lenguaje puede tender a una zona concreta de la comunicación dependiendo del uso que se le dé. Pero la traducción técnica ha de escapar de esos territorios que pudieran crear problemas de interpretación.

Los traductores automáticos, tan utilizados actualmente, no resuelven estos aspectos. En el mejor de los casos, llegan al 80% de resolución fiable. Muy insuficiente. Por ello, es imprescindible que la traducción técnica se realice por profesionales de la traducción relacionados con el sector del que procede el texto original. Y que, al mismo tiempo, mantengan contacto con personas que puedan asesorarles en el momento de matizar y llegar al 100% de fiabilidad.

Un ejemplo para pensar y muy característico: ¿Es lo mismo decir should o must? Supongamos que hablamos de un texto relacionado con la medicina. La importancia de utilizar una palabra u otra, de traducirla correctamente es fundamental. Y el uso incorrecto de las mismas pudiera tener consecuencias imprevisibles.

Una traducción técnica de calidad impide que se produzcan conflictos de consecuencias imprevisibles. Y son los profesionales especializados los que garantizan la fiabilidad del resultado final. Los avances técnicos pueden ser una ayuda importante en algunos casos aunque no pueden sustituir a las agencias de traducción que aglutinan experiencia y conocimientos que ofrecen un servicio único y exclusivo a sus clientes.

Para más informción sobre nuestro servicio de traducción técnica, no dude en contactar con nosotros.