Traducción y calidad

Traducción y calidad

En ocasión del Día Internacional de la Traducción de 2014, en la sección del País Vasco de elpais.es, se publicó un artículo de Lierni Otamendi Arrieta (Unidad de Lengua y Tecnología de Elhuyar, Responsable del servicio de traducción y corrección), en el que el autor aprovechó «la ocasión para recordar la influencia que tiene la calidad de las traducciones tanto en el idioma como en la sociedad […]».

A los del sector los conceptos incluidos en este texto no resultan nada nuevos; lo bueno es justamente que se hayan publicado en un medio dirigido a un público numeroso y vario, y no en una publicación sectorial que solo leemos los que ya conocemos de sobra el valor y la importancia de los servicios lingüísticos.

El artículo entero merece la pena, a continuación proponemos algunos pasajes.

«Los textos traducidos tienen una influencia directa en la economía: por una parte, el bilingüismo está totalmente insertado en nuestra vida diaria; por otra parte, exportamos e importamos productos y servicios constantemente. Es necesario tener esto en cuenta en nuestro trabajo, ya que cuidar la lengua —todas las lenguas— será beneficioso para todos, en todos los sentidos». […]

« ¿Qué es una buena traducción? ¿Cómo se puede medir? Parece algo totalmente subjetivo, pero hay algunos criterios que sí se pueden medir y que pueden ayudar a determinar si una traducción es adecuada o no.

Una buena traducción debe transmitir el mismo contenido del texto de origen a la lengua de destino, y evidentemente, no debe añadir ideas ni tampoco suprimirlas. El registro del texto de origen, las expresiones, los giros, la terminología deben trasladarse correctamente. Y como el texto se creó para un objetivo y un público concretos, es preciso respetar el espíritu y el objetivo del texto original, para que la traducción provoque su mismo efecto.

[…] «Según la norma UNE-15038, es importante que los traductores traduzcan únicamente a su lengua materna […]. Por otra parte, no hace falta decir que es fundamental conocer bien el tema que se traduce.

Otro tema que destaca la norma es la figura del corrector. Es necesario que el texto traducido lo corrija otra persona que tenga experiencia en el campo de la traducción. Por otra parte, cuando se trata de textos técnicos, conviene que el texto lo revise un corrector que domine los conceptos técnicos del texto. Por lo tanto, resulta de gran ayuda contar con terminólogos en el grupo de trabajo.

[…] En definitiva, es importante tratar la traducción de los documentos al menos con el mismo esmero con el que se trata la producción de textos originales».

¡Ojalá se aplique el cuento con más asiduidad!

Fuente: elpais.com