Se puede afirmar que el origen de la interpretación está estrechamente ligado al desarrollo del comercio y la difusión de las diferentes culturas. En España, el uso del término intérprete está documentado al menos desde el siglo XVI. Como personaje histórico, destaca La Malinche, noble mexicana que medió entre los nativos y los conquistadores españoles de México.

Hay muchos métodos de interpretación: en la interpretación consecutiva el intérprete empieza a hablar después de que el orador de la lengua de partida haya terminado su discurso. El discurso se divide en partes, y el intérprete de IC se sienta o se queda de pie cerca del orador en la lengua de partida para escucharle y tomar notas acerca de lo que dice. Cuando el orador hace una pausa o termina de hablar, el intérprete transmite el mensaje completo en la lengua de llegada.

interpretacion

El Manual de interpretación consecutiva y simultánea de María Gracia Torres Díaz presenta de forma muy clara y completa las diferentes fases relativas a un encargo de interpretación consecutiva; os proponemos algunas partes que hemos resumido.

En los días previos a la interpretación, el intérprete tiene que documentarse, de ahí la importancia de recibir una serie de informaciones al aceptar el encargo: datos sobre los temas a interpretar y su relativa terminología, sobre el orador y también acerca del tipo de auditorio al que se dirigirá. Llegado el día de la interpretación, la atención es un factor fundamental para el intérprete, ya que este no puede en ningún momento desconectarse y dejar de escuchar el mensaje. La memoria es otro elemento esencial: es una memoria no verbal que no recuerda palabras, sino sentido. La comprensión del intérprete está supeditada a sus conocimientos sobre el tema, a la atención prestada y a las estrategias elegidas. Gracias a su memoria a corto plazo, el intérprete puede recordar lo dicho por el orador. Esta memoria es fugaz y solo mantiene la información momentáneamente. En cambio la memoria a largo plazo se utiliza para crear asociaciones de ideas con los conocimientos que almacenó durante su etapa de documentación y para activar todos los conocimientos sobre la lengua. Las notas son necesarias para reactivar el recuerdo y facilitar la concentración. A la hora de emitir el mensaje al público, el intérprete se convierte en mensajero, pues las ideas que transmite no le pertenecen, y en orador. Tiene que ser por lo tanto un buen orador y no puede ceñirse a sus patrones propios de hablar en público, sino que deberá adaptarse a los del orador original.

Fuente: María Gracia Torres Díaz, Manual de interpretación consecutiva y simultánea