Nos encanta la radio, es un medio de comunicación con alma inmortal; su dinamismo y la compañía que ofrece a los oyentes la gran mayoría de los programas son valores muy difíciles de encontrar en otros medios. Por eso escuchamos mucha radio, cadenas diferentes y contenidos aún más diferentes, y constantemente descubrimos cosas interesantes.
Uno de los últimos descubrimientos, aunque lleva en antena ya un tiempo, es la Unidad de Vigilancia Lingüística, espacio de la Cadena Ser (todos los viernes a las 17:00) que detecta y comenta los gazapos más divertidos de la radio. Su director, Isaías Lafuente (periodista, escritor y profesor universitario nacido en Palencia), lleva tiempo colaborando con esta cadena, y ha sido subdirector de los programas Hoy por Hoy y A vivir que son dos días.
El lema de este espacio podría ser el famoso refrán: el que tiene boca, se equivoca. Nadie se escapa a la Unidad de Vigilancia, pero no hay que ofenderse, ya que los gazapos son equivocaciones por descuido o inadvertencia, debidos a menudo, por lo menos en los casos concretos de la UDV, a la improvisación que conlleva cualquier discurso o diálogo en directo.
Belén Rueda, por ejemplo, en una entrevista empleó el refrán “no se es de donde se nace sino de donde se pace”, pero tuvo un resbalón en la conjugación del verbo pacer, al querer añadir “Y yo ahora pazco/he pacido…”.
Hablando de la clasificación de la Liga de Fútbol Profesional, de repente un día apareció un equipo catorceavo… en vez de decimocuarto.
Un diputado, dirigiéndose al Director de la Policía, preguntó quién había dado la orden de quietos estáticos (redundancia innecesaria)… sería curioso ver los efectos de la orden de quietos dinámicos.
La cantante de un grupo no pudo dar un concierto por una indisponibilidad nada grave… pero en realidad lo que tenía era una indisposición (no hace falta subrayar que no era grave, la palabra en sí indica un quebranto leve y pasajero de la salud).
Y en la traducción desde el inglés de lo que comentó un participante a la maratón de Boston de este año, la locutora dijo: “Hemos venido a empezar lo que hemos terminado”, con un intercambio de verbos que deja al oyente algo confuso.
Cada semana hay muchísimos ejemplos de este tipo, tratados seriamente (con correcciones y comentarios pertinentes) pero a la vez con cierta ironía. Nadie está exento de alguna metedura de pata de este estilo, así que será mejor tomárselo con humor y ser conscientes de que hay una unidad que nos vigila.
Fuente: cadenaser.com