El DRAE define la palabra lapsus como una “falta o equivocación cometida por descuido”. En realidad, si miramos la etimología de la expresión latina lapsus linguae, veremos que más que a un error se hace referencia a un accidente, ya que la palabra latina lapsus significa deslizamiento, movimiento rápido, caída, tropiezo. Nadie está exento de estos “resbalones”, y lo interesante son los estudios que buscan las razones del fenómeno.

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Algunos sostienen que se trata simplemente de errores de articulación a la hora de hablar, pero el doctor Sigmund Freud no estaba conforme con esta teoría, y sostuvo que todos los lapsus linguae son filtraciones del inconsciente, como grietas por las que sale nuestro inconsciente, a menudo con una sinceridad que sorprende al mismo hablante.

«Según Freud, el sujeto que comete el lapsus linguae sufre un conflicto interno, ya que manifiesta algo de lo que no está seguro ni convencido. De aquí se deduce que (presuntamente) no dice lo que siente, sino lo que estaba interesado en decir. La explicación que Freud da a esta situación es la del afloramiento de lo reprimido, que se produce como norma general a causa de momentos de estrés o angustia. Sin embargo, en muchas situaciones, lo reprimido no tiene porqué ser verdad, sino que puede ser mentira. En otros casos, es un deseo reprimido por el inconsciente debido a imperativos morales; pero si la represión es fuerte y continuada y en algún momento se relaja por fatiga, es aquí cuando se produce el lapsus linguae».

Como decíamos, nadie se libra de cometer lapsus linguae, pero los que lo llevan peor son probablemente los personajes públicos, cuando resbalan en directo o en contextos oficiales.

Entre los últimos cometidos en la televisión, está por ejemplo el de la periodista Ana Belén Roy, que se confundió al presentar a Pablo Iglesias y le llamó “líder de Pokemon” en lugar de “Podemos” (cosa que ha corrido como la pólvora en la red y del que se han llegado hasta hacer “memes”).

La proclamación de los nuevos reyes de España dio pie a otro curioso lapsus verbal: la periodista Ana Blanco, en lugar de decir Letizia, se confundió y dijo “Felipe VI y doña noticia”.

Otro periodista de la televisión pública, Sergio Sauca, hizo lo propio cuando al finalizar la retransmisión de un partido de fútbol anunció que el siguiente programa que iba a emitir TVE era “Callejeros”, el rival de “Españoles por el mundo”, que era el espacio que en cambio iban a dar en el canal público.

Será mejor que los responsables de Televisión Española no investiguen mucho las teorías del médico vienés para encontrar respuestas a los lapsus de sus periodistas…

Fuentes: elespejogotico.blogspot.com.es, muyinteresante.es, lema.rae.es, ocio.levante-emv.com, es.wikipedia.org