Para trabajar como traductor autónomo debes tener claras una serie de cuestiones con el objetivo de ser productivo y facilitar el trabajo a tiempo a tus clientes. Si no logras esta meta, tu profesionalidad puede quedar en entredicho y es posible que no alcances los ingresos necesarios para ejercer tu profesión como freelance.

Claves del traductor autónomo

Hay unas recomendaciones básicas que debes tener en cuenta para dedicarte a la traducción autónoma:

Planificar la jornada laboral

El traductor freelance, como cualquier otro trabajador que desempeñe su labor de esta forma,  tiene que saber organizar muy bien su jornada laboral. Para ello, has de planificar el horario de trabajo al igual que si estuvieras en una oficina. Tendrás que tener en cuenta las fechas de entrega de los documentos a traducir y la cantidad que debes reportar a cada cliente. En cuanto al tiempo que vas a emplear en cada uno, tendrás que irlo valorando según tu experiencia, pues no es lo mismo hacer una traducción jurada que una traducción literaria.

Espacio de trabajo

Es muy importante tener un espacio dentro de casa para poder dedicarte a la traducción de forma tranquila y sin distracciones. Una mesa de trabajo amplia con todo el material que necesario para traducir los textos de una forma cómoda y accesible. Si empleas mucho tiempo en encontrar lo que buscas, la productividad se ralentiza.

Tienes la opción de hacer tus traducciones en un coworking, pero en estos sitios, a veces no hay despachos individuales, por lo que puede que te concentres del mismo modo.

Evita distracciones

Para ser productivo debes evitar las distracciones. Éstas merman la capacidad de concentración y pueden impedir que no cumplas los tiempos pactados con el cliente. Si el móvil o el correo electrónico te van a impedir estar atento a tus tareas, es mejor que los tengas silenciados.

Descansa

Esto es fundamental. Debes descansar cada hora al menos unos cinco minutos para relajar la vista y porque solo así podrás seguir con la traducción de una forma eficiente.

Intenta no sobrecargarte

Si buscas empleo como traductor freelance, este trabajo tiene el inconveniente de que los ingresos varíen de un mes a otro. Sin embargo, como consejo, esto no implica que, aceptes todas las ofertas de trabajo que tengas sin ton ni son. Si te sobrecargas, puedes llegar a una situación de bloqueo que te impida avanzar de forma adecuada. Valora las propuestas que te hacen, tu facilidad para desempeñarlas, el tiempo de que dispones y la cuantía económica que te ofrecen por cada una. Después de analizar todos elementos, decántate por la carga que creas que vas a poder asumir de forma eficiente.

Sigue buscando

Al ser autónomo, las ofertas de empleo de traducción pueden variar de un mes para otro, por eso es importante que dediques un tiempo a seguir buscando. Ten presente las empresas de servicios de traducción que suelen buscar traductores para distintos idiomas y, procura mantenerte activo en la búsqueda de oportunidades.

Empresas consolidadas

Aunque a veces puede resultar complicado por la situación laboral actual,  es aconsejable que ejerzas tu labor de freelance con empresas serias y consolidadas. De esta forma, evitarás problemas que muchas veces suelen ser de tipo económico.

Si decides hacer traducciones a particulares tendrás que definir también los términos del trabajo a desempeñar y las contraprestaciones económicas.

Conclusiones

En definitiva, si quieres ser traductor autónomo debes tener en cuenta sobre todo la planificación, el lugar de trabajo, tu capacidad y la agencia de traducción con la que vas a colaborar. Por otra parte, recordarte que entre las ventajas de trabajar como traductor freelance, destacan que puedes trabajar con distintos tipos de clientes y de textos, y desde cualquier lugar del mundo.