Si bien en un post anterior hablábamos de las competencias específicas de la traducción, en este para dar continuidad a un asunto tan relevante, vamos a centrarnos en otro punto. Aquí vamos a hablar de las competencias clave que debe tener un traductor idóneo. Lo aconsejable es poder disponer del mayor número de ellas, ya que esto implicará poder ofrecer de forma paralela más servicios de traducción de calidad. Se trata habilidades del traductor que favorecen el hecho de que sea más competente.

Establecer objetivos

Este es fundamental para por un lado en el caso de disponer diversos proyectos poderlos desarrollar de forma ordenada y pautada, y por otra parte pueden orientarse a obtener una mayor calidad en los trabajos. Es lo que Daniel Alejandro Márquez define como orientación a resultados en Las once competencias del traductor: El perfil ideal en servicios de traducción.

Se trata de establecer unas pautas de trabajo que se orienten a mejorar el rendimiento y que impliquen la definición de objetivos. Es por ello que el traductor ha de ser una persona metódica y constante.

Precisión y orden

Encontrar las expresiones, frases y palabras precisas es una de las principales preocupaciones de los traductores que se preocupan sus resultados.

Además, son personas ordenadas, estructuradas, que procesan de forma metódica los pasos que deben dar para conseguir la máxima calidad de las traducciones. A la par debe ir verificando cómo se desarrolla la labor del resto de las partes implicadas, vigilando que todo vaya según lo estipulado y se cumplen los plazos acordados con el cliente.

Detalle

Un buen traductor debe ser muy observador y detallista. Por ello mantiene un buen nivel de atención y concentración, a la par que es escrupuloso y organizado en su tiempo de trabajo. Y a la hora de hacer la revisión de sus documentos siempre se centra en la calidad de los mismos.

Rutina

Muchas veces la traducción es un trabajo mecánico y rutinario. A consecuencia de ello, el profesional que se dedique a este oficio ha de estar preparado y tener sus propias herramientas para que esta realidad no merme un ápice su interés por lo que está haciendo.

Información y aprendizaje

Es vital saber buscar información del tema que se va a traducir, y a su vez esto es indicativo de que la especialización es un punto a favor en estos casos. Pero en el caso de que esta no se produjera, igualmente el traductor ha de disponer de una mente ágil para saber dónde buscar esa documentación clave para que desempeñe una traducción de calidad.

Del mismo modo, si es una persona despierta capaz de aprender con rapidez, siempre será un elemento a su favor porque le ayudará a aprender los conceptos y términos con facilidad, y su afán investigador le ayudará a alcanzar la máxima precisión sin ningún esfuerzo, pues esta es su manera habitual de proceder.

Independencia

Independencia y autonomía para poder realizar los proyectos sin necesidad de estar realizando siempre consultas al cliente y a otros expertos, lo que ralentiza la entrega de los mismos. Es alguien seguro de sí mismo que sabe usar los recursos que dispone a su alcance de manera eficaz.

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